Después de grabarse, de verse graciosa, edita, musicaliza y sube sus videos a YouTube. La gente empieza a comentarlos. Aumenta el número de visitas de su canal. Una tal “Loca de mierda” acapara la internet. Las vivencias de esa mujer abandonada constituyen una comedia del discurso amoroso contemporáneo.
¿Quién es esta ‘Loca de mierda’? Se preguntan los cibernautas mientras se retuercen de risa al verla. La loca de mierda es una genia. Es grosa. Está buena. Estudia letras en la UBA, si acaso, una de las mejores facultades para estudiar literatura en Latinoamérica. Para unos es una cheta. Una vendida. Una pelotuda. Para otros simplemente es una mina que hace reír.